Nota: Este artículo, escrito por Greg Kearsley, apareció hace 20 años en el Educational Technology Journal (Enero-Febrero de 2002) p41, dadas las circunstancias actuales me pareció interesante compartirlo de nuevo.
Por Greg Kearsley
Traducción libre de Aroldo David Noriega
Por las primeras dos o tres décadas en los que la educación virtual ha estado disponible, ha sido muy difícil convencer a la mayoría de la gente, (estudiantes, profesores, administradores o padres de familia) que ésta, es una manera legítima de ofrecer educación. Siempre existió mucha resistencia al concepto de educación virtual porque este tipo de educación es diferente en muchas maneras a la instrucción tradicional en un salón de clases.
Esto tiende a ser un poco irónico, ya que constantemente escuchamos quejas de personas sobre lo mal que la pasan dentro de un salón de clases, sin embargo la costumbre siempre fue esa, ir a un salón de clases, sentarse frente a un profesor que nos dice lo que debemos hacer. Ahora, el aprendizaje virtual se ha convertido en una metodología respetable y común.
De hecho, la educación virtual está siendo fomentada con mucha energía por corporaciones, universidades y la industria de la computación. Se ve que ahora los estudiantes, los empleadores y las entidades educativas lo están viendo como una manera más flexible y conveniente de tomar cursos; los administradores creen que de esta manera pueden entregar un sistema de enseñanza de manera efectiva y económica; también algunos profesores imaginan que es mucho mejor comenzar a aprender a enseñar en línea a quedarse sin trabajo.
Sea que alguna de estas ideas hagan eco en nosotros o no, eso ya no importa, la educación virtual está de moda y todos quieren ser parte de ella. [especialmente en tiempos del COVID-19] Sin embargo, la educación virtual no es para todos, por muchas razones.
No es para todos los estudiantes.
Por supuesto, la educación virtual parece ser algo sencillo debido a la flexibilidad que ofrece y la conveniencia de estudiar en cualquier momento desde cualquier lugar. Sin embargo, no todos los estudiantes son capaces de hacer sus cursos en línea. Completar un curso en línea requiere mucha disciplina e iniciativa.
Cada estudiante o sus padres necesitan desarrollar una agenda y apegarse a ella. Aquellos alumnos que no tienen estas habilidades posiblemente no les vaya bien en los cursos virtuales. Todavía más, algunos estudiantes simplemente no les gusta estudiar en línea; prefieren la experiencia dentro del salón de clases.
Para estudiar línea también se necesita un acceso fácil y conveniente a una computadora con conexión a Internet. Algunos empleados y familias comparten la misma computadora dentro de la casa o el trabajo; por lo tanto se hace difícil que un solo individuo utilice el equipo por varias horas para hacer sus tareas.
Algunos individuos tienen acceso a una computadora en el trabajo pero deben hacer sus labores diarias y los empleadores no siempre permitirán que te tomes un tiempo adicional para hacer tus cursos. En aquellas casas donde sólo hay una computadora es muy difícil usarla a menos que sea cuando todos los demás estén dormidos. Y por supuesto, la educación virtual asume que todo estudiante tiene su propia computadora y conexión a Internet.
Todavía más, también existe el problema de aquellas personas que no tienen habilidades para utilizar la computadora mucho menos el Internet. Tomar clases en línea requiere habilidades básicas para utilizar la computadora, incluyendo el teclado, el ratón, procesador de texto, hoja de cálculo, presentaciones de PowerPoint y otras muchas cosas similares.
Muchos cursos ahora requieren el uso de sistemas de videoconferencia, crear documentos en la web, todo esto requiere por supuesto un nivel más alto de habilidades. Si le agregamos a esto que muchos programas de educación en línea no provee capacitación para utilizar este tipo de programas, aquellos estudiantes que no tengan experiencia en la computadora o el Internet posiblemente no están preparados o familiarizados para enfrentar lo que se les viene.
Aquellos estudiantes que tienen la necesaria autodisciplina y habilidades para estudiar, acceso a una computadora y la Internet, y les gusta utilizar las computadoras, son capaces de resolver problemas sobre la marcha, con toda seguridad tienen más éxito para educarse en línea. Aquellos alumnos que no poseen estas habilidades, de seguro hallarán la experiencia de educación virtual frustrante.
Tampoco es para todos los profesores.
Muchas de las cosas que discutimos para los estudiantes también son totalmente ciertas para los profesores. Los profesores que trabajan en línea deben pasar mucho tiempo sentados frente a la computadora, leyendo y respondiendo mensajes de sus alumnos. El acceso a una computadora con conexión a Internet es mucho más importante para los profesores, ya que ellos necesitan estar conectados mucho más tiempo. Se requiere también un alto nivel de habilidades de computación, mucho más que los mismos estudiantes. Un instructor en línea tiene que pasarse buena parte de su tiempo resolviendo problemas tecnológicos que inevitablemente sus estudiantes preguntarán para poder acceder a los contenidos.
Los tutores virtuales deben ser capaces de proveer asistencia incluso en áreas que no son de su competencia como por ejemplo cuando alguien no puede imprimir o no puede guardar a PDF algún documento. Más que nada, los tutores virtuales necesitan disfrutar utilizar la tecnología para enseñar. Necesitan tener un estilo de enseñanza y una personalidad que se ajuste a la enseñanza virtual.
La enseñanza en línea es mucho más reflexiva y demandante que muchas otras formas de instrucción tradicional dentro del salón de clases. Usted, como profesor necesita estar capacitado para pasar mucho tiempo interactuando con los alumnos y explicando detalle de las tareas una y otra vez. Muchas veces, acabamos de terminar con un estudiante explicando la misma cosa cuando debemos atender la siguiente llamada por el mismo asunto.
Bajo estas condiciones, debemos estar claros que no todos los maestros son candidatos para la enseñanza virtual. De hecho, muchos profesores que son muy buenos dentro de un salón de clases no son capaces de trabajar en línea. Por lo tanto, es una mala idea que cualquier institución de un día para otro insista en que todos los profesores deban pasarse a trabajar en línea.
Existe la problemática ,de muchas personas que no tienen una oportunidad de una , computadora ni ,habilidad básica para utilizarla ,pero agradecidos con maestros he institutos ,que nos dan la oportunida,de aprender
La tecnología a avanzado por lo que ay que estar ala vanguardia